sábado, 14 de septiembre de 2013

Con permiso. La radiodifusión comunitaria en México

UNA RADIO PARA TODAS Y TODOS
“Lo que se espera de una radio comunitaria es que no predomine la última de las cuatro voces radiofónicas, que haya palabras, música y sonidos, pero no SILENCIOS.”
Tradicionalmente pensamos que tan solo  el ejercicio a la libertad de expresión y derecho a la libertad de información es un tema que sólo compete a los periodistas y a los medios de comunicación y aunque ciertamente lo es; no estamos hablando de un derecho segmentado, sino nos referimos a un derecho universal, por lo  que competen a todas y a todos. Hemos pensado por mucho tiempo que tan sólo aquellas señoritas y  aquellos señores que salen por la televisión o aquellas voces que escuchas diariamente en la radio, ellos tan sólo opinan, y si no los dejan opinar o acceder a una información requerida, pues están violando sus derechos. Pues déjame decirte que si no te dejan que opines o digas lo que piensas, también están violando tus derechos. Cuando se restringe la libertad de expresión de un individuo, no sólo el derecho de ese individuo está siendo violado, sino también el derecho de los demás a recibir informaciones e ideas diversas y plurales. Lo explico, si no  te es permitido opinar, a muchas personas se nos está restringiendo el poder escuchar lo que tú piensas, en ambas partes nuestros derechos están siendo vulnerados.
A dónde quiero llegar al estar hablando sobre derechos, sobre libertad, sobre pensamiento, quiero llegar al poder mencionar a uno los  medios  que ha brindado grandes espacios por devolver a las personas ese protagonismo, trayendo consigo la revaloración de los derechos de todas y todos, si ya llego, en estos momentos la mencionó, me refiero a  una radiocomunitaria, desde sus primeros iniciadores, en Colombia, Sutenza, en 1960, en lo que es Latinoamérica, su misión se ha relacionado directamente con el ejercicio de los derechos ciudadanos y como un espacio de encuentro. Una radio comunitaria, ciudadana o popular, son espacios de recomposición de  la sociedad, representan lugares de diferentes identidades culturales y buscan la construcción de la democracia. Es un espacio donde todas y todos participamos, donde todas y todos colaboramos, donde todas y todos hacemos nuestra, la radio. En el texto bibliográfico Cultura de Masas y Cultural Popular en la Radio Peruana, estudio realizado por la Asociación Calandria, señala una anécdota que cuando lo leí me encantó, muestra palpablemente la participación lograda por parte de una radio comunitaria, en un mercadito de Lima en Pamplona Alta, un pueblo con recursos económicos precarios, miré lo que paso ahí: “Estas señoras era unas 56, no sé el número exacto, eran vendedoras del mercado  y habían dos hombres, que vendían al lado de ellas. Pero los dos hombres eran dirigentes y las mujeres no querían los cargos. La directiva sólo podría cubrirlos decidiendo a dedo: usted, (el hombre) tiene que ser el secretario de prensa y propaganda. Usted tiene que ser tal cosa. Y ellos siempre, secretario de organización y secretario general.  Y bueno las mujeres obligadas a los otros. Ellas tenían muchos problemas por mantener  sus cargos y además para hablar en las asambleas, pero eran mudas, nos pidió si podíamos enseñarles a hablar. Entonces ellas mismas decidieron su relación con nosotros en ese sentido: “queremos aprender a hablar”. Estas señoras querían hablar, querían dar su opinión, pero no sabían cómo hacerlo, existen muchas personas que desean trasmitir sus ideas, pero se retienen al pensar que serán juzgados por su forma de expresarse, o por miedo al rechazo, bueno la historia es larga, pero posteriormente se realizaron programas radiales, donde estas 56 mujeres participaron activamente, hasta hicieron una radionovela, donde se relataban sus propias historias, eso y más puede hacer la radio comunitaria, puede romper en nosotros el silencio, realmente nos vuelve protagonistas de una historia.
Cuál es el perfil de las radios comunitarias, si fuera una persona como la describiríamos. Pues algo así, gran defensor de los derechos humanos, promotor de un desarrollo humano sostenible y de la equidad de género, busca el respeto a las identidades étnicas y la preservación del medio ambiente, así como el protagonismo de los jóvenes, niños y de las personas adultas mayores. Resumiendo su objetivo es crear un espacio donde todas y todos seamos partícipes en la solución de conflictos para poder lograr vivir en un lugar mejor.

Uno de los roles más importantes que las radios comunitarias han asumido  con alto sentido crítico y responsabilidad, es el de equidad y género, siendo el iniciador y promotor del respeto e igualdad  entre mujeres y hombres. Al respecto Perla Wilson, radialista chilena, en Radio Tierra, manifiesta al respecto: “Yo creo que las radios comunitarias han hecho, una labor muy interesante para visibilizar aquella parte de la vida cotidiana que ha sido silenciado por tanto tiempo, y ha contribuido la radio de mujeres o las mujeres  en radio, la mayoría de medios se encuentran pauteados, y estereotipados, la gran contribución es hablar de la vida completa de las mujeres y que hablen las propias mujeres. Cuando una mujer hace 20 años decía ser víctima de violencia, estaba siendo víctima de  una pequeña violencia, pero cuando se hizo una voz, una y otra voz, para extenderse por todo lugar, y esto comenzó en los medios comunitarios.” Es entonces el iniciador de una equidad de género, la radio comunitaria, lejos de realizar formatos pautados, la radio comunitaria busca la participación d sectores muchas veces marginados.

Existen diversos mitos que envuelven a una radio comunitaria, por ejemplo dicen que las radios comunitarias son pocas, o son pobres y de baja potencia. Frank La Rue, experto en comunicación comunitaria, manifiesta lo siguiente: “Las radios comunitarias, no necesariamente tienen que ser pobres, no tienen por qué asignárseles poco alcance, y tampoco las radios comunitarias tienen que ser reducidas”, estos tipos de mitos, tienen que romperse , dejar de pensar que una emisora con compromiso social es  una emisora pobre, o pensar que tan sólo las radios campesinas, o rurales pueden ser comunitarias, cuando una radio comunitaria puede ser una emisora ubicada en una gran ciudad con un alcance considerable, o  pensar que existen tan sólo un número reducido de éstas. Los tiempos han cambiado y las radios comunitarias han permitido la creación de espacios donde participen todas y todos, ¿Silencios?, no más.

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