miércoles, 29 de mayo de 2013

Lenguaje radiofónico:

Se escucha el sonido de los pájaros, de las aguas de un río. José y Rosa comentan esperanzados sobre su próximo viaje que emprenderán rumbo a la gran ciudad. El sonido de un tren en marcha nos conduce a la ciudad: ruido de ambiente de tráfico urbano, claxons… sobre  un fondo musical, José y Rosa dialogan con un tono triste. No consiguen trabajo porque no saben ningún oficio. Los ahorros que tienen, ahora tan sólo son unas cuantas monedas, ahora movemos el dial de nuestra radio y escuchamos lo siguiente: A través de información  estadística, expertos contrastan datos, las voces de los informadores proceden a una exposición y análisis de problemas que ha de superar un campesino cuando emigra a zonas urbanas. Ambos audios buscan explicar el problema que enfrentan miles de pobladores al emigrar de su zona rural hacia una urbe, pero cuál de los  dos ejemplos es el que habrá sido más entendido, o más ameno en su comprensión , cuál de estos cautivó, y retrató en nuestra mente la caótica situación a la que se enfrentan pobladores y pobladoras en busca del progreso deseado, los dos son correctos y valederos, pero el lenguaje que brinda la radio es vasto y rico, nos ofrecen herramientas para poder hacer una obra de arte a la hora de expresar un tema, saber utilizarlos es la tarea de un buen radialista. En el primer ejemplo se recurre a la expresión dramática, además introduce más recursos expresivos, y un uso del lenguaje radiofónico más completo y creativo, el segundo ejemplo utiliza únicamente la palabra, monólogo del periodista, diálogos de los entrevistadores, monólogo de los encuestados, y así concluyó la producción radiofónica.
Como expresará Arnheim, “La radio está en posesión no sólo del mayor estímulo que conoce el hombre para los sentidos, la música, la armonía, el ritmo, sino que al mismo tiempo, es capaz de dar una descripción de la realidad por medio de ruidos y con el más amplio abstracto medio de divulgación de que es dueño el hombre”. La palabra es fundamental pues la radio es, también, un medio de comunicación entre personas, pero no es el único elemento expresivo. La imaginación y creatividad de un radialista, cambia esta situación. José Ignacio López Vigil manifiesta: “Un radialista ideal, debe tener en cuenta que el principal foco es su cabeza, es la creatividad, lo fundamental es la producción radiofónica, y la imaginación”. Entonces  no podemos limitar la riqueza del  lenguaje radiofónico, conformándonos con tan sólo ser sosos y simples a la hora de expresar nuestro mensaje.
Poder explotar al máximo, a la hora de hacer radio, los instrumentos  que nos brinda este medio, requiere en poder realizar un viaje desde nosotros mismos hasta  encontrarnos con los sonidos de nuestro entorno. Comencemos dicho viaje, ahora mismo.
La voz humana, expresada en palabras. Las palabras mandan. Las palabras son las principales portadoras del mensaje, Pero estas palabras ganan “color” con los efectos. No es mismo hablar sobre un accidente, que escuchar, el sonido de la ambulancia, o la patrulla de los policías, sencillamente no es igual.

La voz de la naturaleza, del ambiente, los llamados efectos de sonido. Porque en el mundo, además de mujeres y hombres, también habla el viento y el mar. Hablan los animales, hablan las puertas y las ventanas al abrir y cerrase. Agudicemos el oído y seamos cómplices del más maravilloso universo de sonidos sin fin.

La música, que es la voz del corazón,  cuántos no hemos suspirado, ante una canción, si esas, que te envuelven en recuerdos y te invita a soñar con los ojos abiertos. Melodías tristes y alegres, temas que pacifican y otros que te enervasen. Músicas con guitarra, charango, flautas, quenas y zampoñas. Es que cada sentimiento humano posee ritmo, un ritmo singular y particular.


Son tres las voces más importantes del lenguaje radiofónico. ¿Cuál de ellas es la más importante? Todas sin duda, si quitamos una debilitaríamos  a la otra, para que la radio pueda seducir, envolver, cautivar al oyente, necesita el empleo triple de la voz mencionada.
Para que un radialista pueda explotar estas tres voces, debe romper esquemas, si aquellos mitos, que tan solo limitan el  quehacer radiofónico. Uno de ellos al momento de expresar un mensaje debería utilizar regionalismos, aquellas palabras inventadas por la gente, eso será ¿cometer un pecado contra el uso correcto del idioma? A ver cómo es que se dice niño en castellano. En Perú, en el norte, churre, en la selva wambrillo, en Argentina, pibe, en México, chavo. Y en la radio ¿Cómo diremos?, nos guiamos del diccionario de la Real Academia Española, no cometamos ese error, mientras más hagamos nuestro el habla real de la gente, más podrá la gente apropiarse de la radio, la sentirá suya, y eso es lo que se desea.
 Escuchemos el siguiente audio, realizado por José Ignacio López Vigil y prestemos atención en el uso de los términos.

 





Hablar en radio, con el uso de regionalismos, para un mesaje entendible. Foto: Celebración de la oficialización del idioma Quechua en el Perú.

Nos damos cuenta que las palabras utilizadas en la realización este audio, hacen jocosa y divertida esta producción radiofónica, es más fresca y amena, además entendible.
 Otro de los mitos que deben ser derribados es el lenguaje sexista usado en la radio. La radio debe promover el uso de un lenguaje sin discriminación de género, el poder referirnos tanto de hombre y mujeres como si fueran lo mismo, existe una masculinización de la lengua española, la radio lucha con este mito, pero no olvidemos que hablamos tanto a hombres y mujeres, incluso me atrevo a decir, que consideró que las  mujeres escuchan más radio, la ama de casa, en el quehacer diario, siempre se encuentra acompañada por la radio. Hablemos para las mujeres, utilicemos los términos correctos al referirnos a ellas, feminicemos el idioma, por respeto e igualdad a ese  público, que  escucha siempre radio.


     Lenguaje no sexista en radio, hablamos para hombres y mujeres de forma adecuada, ambos géneros son libres, merecen respeto.


Existen muchas antiguas costumbres que dañan y obstaculizan la realización de una producción radiofónica, con el uso de todos los elementos del lenguaje radiofónico. Es necesario destruirlos, el poder hablar sin tantos rebuscamientos, hablar, con sencillez y claridad, utilizar las herramientas necesarias para que nuestro mensaje llegué, pero llegué con afecto, que sienta el cariño que le ponemos a lo que hacemos, poder lograr realizar una comunicación exitosa.

Enlaces:
http://www.mariapinto.es/alfamedia/radio/lenguaje.htm#

 http://perio.unlp.edu.ar/radio1/linkprincipal/bibliografia/bibliografiaenlaweb/armandbalsebre.doc.






















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